domingo, 10 de diciembre de 2017

#EdificioDeLaSemana


En semanas anteriores hemos hablado de diferentes aspectos y edificios de la obra de Antonio Palacios en la ciudad de Madrid, sin embargo Palacios fue una arquitecto prolífico con una obra muy variada y expandida geográficamente, tanto en otros puntos de la provincia de Madrid (como el Sanatorio de la Fuenfría) como en diferentes lugares de la geografía española. Si bien su obra se concentra en Madrid y su Galicia natal, también realizó diferentes proyectos en otras regiones como el País Vasco o Andalucía.

De entre esta gran diversidad de obras destacan las obras de Antonio Palacios en su tierra natal, Galicia, para cuya comprensión debe tenerse en cuenta el contexto del “Rexurdimiento”, movimiento surgido a mediados del XIX que preconizaba la recuperación de la lengua y cultura gallegas, y del nacionalismo y regionalismo gallego. La gran actividad cultural de estos movimientos hizo que fuera apreciado y demandado en Galicia un tipo de producción artística gallega.

Si bien en una primera etapa Palacios no mostró mucha atención a estos movimientos, posteriormente sus obras si recibirían influencias de estas corrientes, con la elaboración de edificios con una pretendida inspiración en la arquitectura popular gallega y medieval. Palacios mantuvo además contacto con personalidades relevantes de este movimiento y participó en algún acto galleguista, aunque nunca tuvo un gran compromiso con el movimiento.

Este giro se debió a que mientras en Madrid la mayoría de los arquitectos miraban hacia Europa y las nuevas formas y técnicas de construcción, en Galicia el galleguismo permitía la creación de un tipo de arte más personal y con reminiscencias al pasado. De igual forma, los grandes éxitos de Palacios en Madrid van a hacer que sea muy admirado en su Galicia natal. El gran éxito de las exposiciones de arte gallego y regionalista animan a Palacios a abordar el diseño de edificios donde pretende definir la arquitectura regionalista gallega como en los proyectos del Templo de la Encarnación de Celanova (1918) o del Ayuntamiento de Porriño (1919). Palacios va a mostrar una especial predilección por los monasterios e iglesias de Galicia y el norte de Portugal, los cuales recorre en busca de inspiración, fruto de las cuales realiza proyectos de varios monasterios y otros edificios de clara inspiración regionalista y medieval. Su interés en la arquitectura gallega llegó a ser tan grande que incluso diseñó el Plan de Ensanche de la ciudad de Vigo, ciudad en la que también diseñó varios edificios.

En definitiva, debemos decir que una mirada por la obra de Antonio Palacios no estaría completa si no realizáramos un análisis de las numerosas obras que Palacios diseñó fuera de Madrid y en especial en Galicia, donde llegó incluso a diseñar el edificio del Ayuntamiento de su pueblo.

Si queréis saber más sobre los distintos edificios proyectados de Antonio Palacios consultad las entradas que hemos publicado esta semana.

#EdificioDeLaSemana

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