En un principio, en el proyecto de 1906, el edificio se iba a componer de tres plantas, concebido como una arquitectura al más puro estilo clásico: desde la superposición de ordenes como el jónico de las columnas, y ello es debido a un viaje que hizo Palacio a Atenas y se inspiró en los principios de horizontalidad y columnatas de la antigua Grecia. También iba a estar rematado por una gran cúpula central, pero, debido a la excesiva altura que iba a tomar el edificio (más de los 22 m permitidos de altura para la calle Alcalá), se tuvo que optar por otra solución, diseñada en 1911 y rechazar éste (aunque muchas de las ideas que tenía en este proyecto quiso plasmarlos en el edificio del Círculo de Bellas Artes).
El proyecto definitivo fue el que puso la entrada en la esquina, simplificará las formas y alternará la visión clásica del exterior con el interior, en el que se contrasta el peso y la horizontalidad de la piedra con columnas y dinteles con el uso del metal para los interiores (cabe destacar que el metal queda al descubierto, lo que hace que resalte más en comparación al exterior), un elemento que será el pilar básico de las construcciones del siglo XIX y principios del XX y que sin él no se podría haber dado la amplitud del espacio de igual manera (el acero permite espacios más diáfanos).
Además, no podemos olvidar el primer sentido que se le dio al edificio: sede del Banco del rio de la Plata. Es por ello que, frente a la amplitud central que tiene el Palacio de Comunicaciones, destinado para albergar al público y los trabajadores como centro de la escena, el actual Instituto Cervantes tiene una preeminencia en las cajas de los laterales y un centro amplio que conecta tanto con los despachos de las plantas superiores , con un estilo de organización similar a otros edificios europeos como la Bolsa de Ámsterdam, de Berlage, así como una división de ascensores y escaleras para empleados y público…
El exterior reincidimos de nuevo en el clasicismo, el uso de las columnas jónicas de carácter monumental (tanto el estilo griego, que se suspende en las plantas superiores, como las de los demás pisos, que imitan el jónico miguelesco de la Puerta de Alcalá) y de las conocidas columnas de cariátides que tienen en su puerta (por lo que se le reconoce al edificio), un estilo muy común en la época y que pretende crear un modelo de arquitectura civil totalmente diferente a la arquitectura religiosa que siempre había primado (por eso el mundo de la bolsa sigue este estilo, los ayuntamientos y centros de poder etc.) .
La relevancia de este edificio será que su modelo, junto a otros ejemplos, serán tomados para la arquitectura comercial del momento, que adoptarán elementos como el patio central interior, los metales del interior al descubierto y el exterior clásico etc.
Su función como entidad bancaria atendería a instituciones como el Banco del Río de la Plata, que se fusionará con el Banco central en 1947, con otros como el Banco Hispanoamericano, Santander etc. Hasta 2003, momento en el que los devenires monetarios del edificio terminaron tornando en manos del ayuntamiento de Madrid, que adquiriría tanto el edificio como el Palacio de Comunicaciones, y será a partir de 2006 cuando sea la sede del Instituto Cervantes, organización nacida en 1991 para difundir el arte, la lengua u otros aspectos de la cultura española e Hispanohablante.
Para aquellos interesados en las nuevas actividades y noticias que ofrece el edificio como sede del IE os dejamos el enlace aqui:
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